En 1766 el capitán James Cook fue designado para comandar el HMS Endeavour e iniciar una serie de viajes de exploración europea que tuvo en el HMS Beagle y Darwin una de sus etapas más brillantes.
En su periplo por el Océano Pacífico, Cook navegó miles de millas por zonas inexploradas del globo, cartografió tierras de Nueva Zelanda y Hawái con gran detalle y a una escala nunca antes conseguida. Mientras progresaba en sus viajes de descubrimiento, exploró y puso nombre a diversos lugares, además de registrar la ubicación de islas y costas en mapas europeos por primera vez.
Me puedo imaginar la sorpresa entre los hombres de la Marina Real Británica al ver un canguro por primera vez. La imagen de semejante herbívoro dando saltos de 9 metros de longitud con un cachorro asomando de la bolsa marsupial debió de ser única. Cuenta la leyenda que al preguntar a los aborígenes por semejante animal la respuesta era siempre la misma. Kan Ghu Ru, lo cual traducido no era el nombre de susodicho animal como cabría esperar sino un mucho más castizo, “vamos a ver inglesito, acabas de llegar por aquí y la verdad no te entiendo nada”
Sea cierta o no la leyenda, desde ADAPTA SOCIOS queremos dar inicio a una serie de artículos que ayuden en este diálogo de besugos que a menudo vemos entre el inversor y el financiero.
Aprovechando que tengo tu atención empiezo con uno de los temas más complicados, menos analizado, creemos que con mayor potencial para los próximos años y donde desde ADAPTA SOCIOS somos verdaderos especialistas. La VEHICULIZACIÓN de activos.
Esto que suena tan raro, no es ni mas ni menos que la forma de canalizar la distribución de determinadas inversiones.
A modo de ejemplo, describo un caso real en el que hemos trabajado desde ADAPTA SOCIOS con un banco que quería eliminar de su balance activos inmobiliarios para distribuirlos a su vez entre su banca privada.
Esto es, titulizar una activo inmobiliario, la propiedad física del inmueble, o la promesa de pago, deuda hipotecaria. NPL…, en un instrumento financiero flexible diseñado a la medida. O lo que es lo mismo, una nota.
Existen múltiples alternativas, pero la tradicional es crear un vehículo emisor dedicado (una sociedad por ejemplo en Luxemburgo) que emite el instrumento financiero (la nota).
El vehículo emisor tiene limitada su operatividad regulado en un contrato de gestión que aporta la seguridad jurídica al inversor. Y un contrato con el servicer que aporta le gestión del activo inmobiliario.
Así pues, el vehículo emisor dedicado (la SPV) compra los activos inmobiliarios y vende una nota a los inversores individuales.
Esta nota tiene las ventajas de ser transferible a las cuentas de los clientes. También tiene la flexibilidad de definir un pago de dividendos, amortizaciones de principal parcial a la medida del cliente.
Como tal permite el reparto de comisiones de distribución, sean recurrentes o en base a éxito.
Un último punto importante es que del mismo modo que la evolución de un fondo de acciones europeas no contagia al fondo de bonos españoles, cada vehículo emisor dedicado es totalmente independiente de la gestión de otro.
Este año se cumplen los 500 años del inicio de la vuelta al mundo iniciada por Magallanes y terminada por Elcano. Esperemos que este artículo te ayuden a ti inversor a explorar las aguas de las inversiones y que llegues a buen puerto como Elcano evitando el final que compartieron Magallanes y Cook a manos de tribus locales.